Italia, reconocida por su riqueza cultural y patrimonial,
alberga numerosas maravillas arquitectónicas, entre las cuales destaca el
notable camino que conduce a la Estatua del Cristo Redentor de Maratea. Situada
en la cumbre del monte San Biagio, esta escultura monumental, realizada en
mármol de Carrara y cemento, constituye un ejemplo significativo de la convergencia
entre ingeniería y arte.
Encargada por el conde Stefano Rivetti, esta obra fue
concebida como una donación a la comunidad de Maratea. La construcción de la
estatua se llevó a cabo durante un periodo de casi dos años, culminando en
1965. Su ubicación estratégica sobre la punta más elevada del monte San Biagio
no solo ofrece un panorama impresionante, sino que también refleja los avances
en técnicas de construcción y diseño propios de la época.